Mohammad Bagher Karimian
Consejero Cultural de la Embajada de la Repūblica
Islāmica de Irān en España
SUPOSICIONES PREVIAS
1.Factores que influyen sobre la personalidad del
individuo y sus pensamientos:
a.El āmbito geogrāfico, sociocultural y económico.
b.La información del entorno, procedente de los
citados āmbitos, especialmente el lingüīstico.
c.Experiencias internas y externas influenciadas por
acontecimientos históricos.
2.Las ideas y los sistemas de pensamiento nuevos se
basan en los pensamientos y las grandes obras
anteriores.
3.Existe un enfrentamiento permanente entre la
sabidurīa y la ignorancia en todo el mundo, buscando
cada una su propio desarrollo.
4.Los conflictos entre los opresores preparan el
terreno para el crecimiento de las ciencias.
5.Para evadirse de las presiones y por temor a las
acusaciones, Ibn Arabi se centró mās en escribir que
en educar discīpulos. En sus escritos ha sido lo mās
conservador posible.
6.Los acontecimientos y los periodos históricos
contribuyen al crecimiento o a la decadencia de las
culturas, las civilizaciones y las ciencias.
7.Aūn careciendo de los medios de comunicación
actuales, las imitaciones y las adaptaciones
evolucionaron el mundo de entonces.
LA COMPARACIÓN DE ALGUNOS PERIODOS HISTÓRICOS DE
ESPAÑA E IRāN
El martirio del tercer Imān de los chiītas Husain en
Karbalā en el año 680 de nuestra era, marcó el
comienzo de la disminución gradual del dominio de los
Omeyas en el oriente musulmān, donde siempre habīa
existido pasión por la familia del profeta. Los Omeyas
desaparecieron definitivamente en las regiones
centrales y orientales de los territorios islāmicos en
el año 749. Pero en el año 755 alcanzaron el poder en
Al-Andalus, donde habīan llegado en el año 710. A Irān
habīan llegado en la tercera década de la Hégira, pero
fue la dinastīa Abasī la que se estableció en Rey en
el año 745.
En España gran parte del territorio siguió bajo el
control de los gobernantes locales. Pero el Imperio
Persa no pudo seguir como antaño, aūn cuando durante
todas las épocas ha habido dinastīas iranīes que en
virtud de las coyunturas históricas dominaban pequeñas
o grandes regiones del paīs. De paso, hay que recordar
que el Irān de entonces se extendīa, ademās de los
territorios del actual Irān, a grandes partes de la
Asia Central, la región Mesopotāmica y el
sub-contiente īndico.
Tras la caīda de los Omeyas y la diminución del
dominio abasī, la dinastīa chiīta de Alebuye se
estableció en el poder en Irān del 947 al 1016. Este
periodo coincide con el florecimiento de la
civilización islāmica, no sólo en Irān sino en
todas
partes. El citado periodo coincide con la caīda de los
Omeyas en Al-Andalus en 1030.
Desde la ūltima fecha nos encontramos con dos periodos
del reino de taifas en Al-Andalus que coincide, por
una parte, con el traspaso del poder de los gaznavīes
a los Selyūcidas y, por otra, con la invasión y el
posterior domino de los mongoles del 1247 al 1345,
Al-Andalus sufrīa el enfrentamiento entre los
almohades, los almorāvides y Alfonso X.
La ūltima comparación corresponde al inicio del
dominio de los gobernantes indīgenas en todo el
territorio de los dos paīses. En Irān coincide con el
establecimiento de la dinastīa de los safawī en 1501,
y en España con unas décadas de diferencia en 1492. La
similitud de los acontecimientos en los dos paīses es
sorprendente y merece ser tenida en cuenta.
LA FILOSOFīA Y LA MīSTICA EN IRāN Y EN AL-ANDALUS
El reinado de los Omeyas coincide con el auge de la
literatura y la narrativa en Al-Andalus. Un ejemplar
de ,,Al Aghani(per thousand), la obra de Abolfajr Isfahani
(896-966), fue adquirido en Bagdad por mil dinares de
oro con la condición de que la primera edición fuera
en Al-Andalus. Esta obra, junto con otros textos,
revelan el florecimiento literario de aquella época.
Personalidades como Ibn Masare, 882-930, de origen
español, Ibn Hazm, de origen persa, nacido en Córdoba
en 922, Avenpace, fallecido en 1134-1138, y Averroes,
1125-1198, fomentaron con mucho esfuerzo y sufrimiento
la filosofīa y la mīstica en Al-Andalus. Mientras
tanto, en el corazón de los territorios islāmicos y en
Irān, el kalam, la filosofīa y la mīstica estaban en
boga. En el Kalam los Motazale, y los Ashāri y en la
filosofīa los Mashāei, y posteriormente los Eshraghi
en el siglo XI, asī como muchos otros mīsticos a los
que nombra Ibn Arabi, que no viene al caso repetir
aquī, habīan fundado sus escuelas. Los iranīes
participaron activamente en este esfuerzo y han tenido
mucho prestigio en la narrativa y en la literatura.
Bayazid Bastami, Sahi Ibn Abdullah Shushtari, Hakim
Tarmazi, Abu Hamed Ghazali, Abdul Ghader Guilani,
Abubakr Balkhī, Abu Ishagh Esfarayani, Hisan Ibn
Ibrahim Kermani y Abu Ahmed Jorjani habīan alcanzado
la māxima fama en los siglos IX y X. Ibn Arabi ha
mencionado a todos ellos.
Segūn los estudiosos, el punto ālgido del
florecimiento de la civilización islāmica es en el
siglo X, es decir, durante el reinado de los Alebuye
de credo chiīta. Los efectos de aquel cambio cultural
llegaron a Al-Andalus y dejaron sus huellas en los
gobernantes omeyas. Asī vio la luz en el occidente
musulmān la filosofīa y la mīstica, y asī fue
como se
cuajaron las condiciones para el alumbramiento
intelectual de Ibn Arabi, influenciado por varios de
los factores citado al comienzo de esta ponencia como
suposiciones previas.
Insisto que el periodo polītico M Almustanser Bellah
Abaī, Almonzor (960-976) en Al-Andalus, 14 años
después del comienzo del reinado de los Alebuye en
Irān, abonó el terreno para el florecimiento y el
enriquecimiento filosófico. En aquel entonces la
biblioteca de Córdoba tenīa cuatrocientos mil libros.
Aūn asī, los andalusīes combatīan a los filósofos
y a
la filosofīa. Quemaban los libros de filosofīa y
maltrataban y maldecīan a los filósofos. Sus
seguidores eran tachados de ateos. Quemaron los libros
de Ghazali, rechazando sus escritos.
El cadī de córdoba, Ibn Zarb, 929-991, perseguīa a los
seguidores de Ibn Masara. Les obligaba a arrepentirse
y a quemar sus libros. Al morirse Almustanser en 976,
su sucesor Abu Amer Muharrimad Ibn Abdullah mandó
retirar de la biblioteca los libros de filosofīa,
medicina y astronomīa, y quemarlos.
Sin embargo, no se puede negar que desde finales del
siglo IX con la llegada al poder de Ibn Masar,
852-886, hasta la época de Ibn Arabi, 1164-1240, es
decir, durante tres siglos, no siempre la opinión
sobre la filosofīa ha sido como acabamos de describir.
A veces los cambios polīticos y los conflictos en
Al-Andalus propiciaban el ambiente de libertad para
los pensadores y para la filosofīa. Otras veces
provocaron encontronazos. Antes de la época de Ibn
Arabi, la filosofīa, y probablemente la mīstica
teórica, habīan encontrado su lugar en el pensamiento
y en las bibliotecas de Al-Andalus. El acceso a las
obras andalusīes y a los escritos de los sabios
musulmanes como Farabi, Ibn Sina (Avicena), Ejwan
Alsafa, .... era mās fācil.
LOS CONTEMPORāNEOS PERSAS DE IBN ARABI
Reitero que los enfrentamientos entre los Almohades,
los Almorāvides y los reyes españoles, desde Alfonso
VI hasta Alfonso VIII, desde 1064 hasta 1222, cuando
se forma el tercer periodo de los Reinos de Taifas en
Al-Andalus, coinciden con el final del reinado de la
dinastīa de los Selyūcides y todo el periodo de la
invasión mongol hasta su caīda en Irān en el año
1344.
En algunas zonas del Gran Jorrasan y del
sub-continente los mongoles, ya iranizados, se
quedaron hasta principios del siglo XIX.
En este periodo cabe destacar cuatro personalidades en
la historia de las ciencias y de la cultura de Irān:
El primero de ellos fue el fundador de la Escuela
Eshragh. Recuperó la sabidurīa Pehlavi y fue muy
célebre en Damasco.
El segundo, es decir, Tousi, fundó el kalam chiīta
influenciado por la filosofīa. Fue astrónomo y
matemātico. Vivió en contra de su voluntad en las
fortificaciones de los Ismaelitas, al igual que se vio
obligado a acompañar a los caudillos mongoles en sus
conquistas.
El tercero, Attar, es el gran poeta, autor del
,,Lenguaje de los Pājaros(per thousand).
Najmoddin Kobra era uno de las grandes figuras de la
mīstica del oriente musulmān.
Finalmente, tenemos al célebre poeta del misticismo
ético Shaij Moslehoddin Saadi, siglo XIII, que en
aquel entonces vivīa en Damasco.
IBN ARABī EN EL ORIENTE
El carācter inquieto de Ibn Arabi le anima a viajar.
Desea conocer Oriente. Busca compañeros de ruta y
viaja dos veces hasta Tūnez y Egipto. Durante el
primer viaje fallece su compañero. En su segundo viaje
llega a La Meca. Allī encuentra a uno de los grandes
maestros, Makinoddin Isfahani. No sólo alaba a
Makinoddin sino que compone el Tarjoman Al Ashwagh por
su bella e inteligente hija, Nizam, llamada igualmente
por Ibn Arabi como la hija de Rostam. Tarjoman Al
Ashwagh y la historia que encierra creó a Ibn Arabi
los problemas que siempre habīa tratado de evitar.
Ante las protestas se vio obligado a interpretar sus
propios poemas. Esta obra necesitarīa un anālisis
independiente para poder valorar, por una parte, la
influencia del pensamiento de Makinoddin, su hermana y
su hija sobre ella y, por otra, sus efectos sobre la
poesīa persa y la mayor parte de las obras de poetas
como Hafiz.
Ibn Arabi viajó a Bagdad y Konya. Cruzó la zona kurda
entre Irān, Irak y Turquīa. Parece prever los
siguientes años en los que los invasores mongoles
destruyeron toda aquella región. Sin embargo, no hay
constancia de viajes a Irān. Lo curioso es que no
nombra a los eruditos persas que ya hemos citado aūn
cuando consta que se conocīan. Ello sólo se debīa a
que Khaje Nasiroddin Tousi era preso de los
ismaelitas, sobre Sohrevardi pesaban fuertes
acusaciones y Attar estaba lejos.
Ibn Arabi conocīa a los ismaelitas Fatemies y Nazarles
en Egipto y en Siria, pero sus principios de hombre
devoto imposibilitaban la amistad con ellos. Quien
sabe, tal vez habīa sido objeto de amenazas por ellos.
Sólo existe un documento, poco fiable, donde los
ismaelitas consideraban a Ibn Arabi como nazarī. Pero
se puede atribuir su dureza con los ismaelitas, a los
que llama despectivamente rafezies, a que éstos ni
siquiera respetaban superficialmente la sharia.
Ibn Arabi reconoce en su obra todo lo que ha aprendido
del oriente musulmān, pero sus motivos para abstenerse
de opinar sobre la filosofīa de Ishragh y el kamlam
cismātico y de viajar a Persia son un misterio que
habrīa que investigar. Tal vez ello se debió a su afān
de ahorrarse las acusaciones y alejarse de peligros,
asī como a sus encuentros con sus contemporāneos que
habīan buscando refugio en Damasco o en Konya tras la
invasión mongol. Estas probabilidades no pueden ser
descartadas dado su explīcita oposición a los
orientales y a sus métodos fariseos. Entre los
orientales, los iranīes continuaron su misión y dieron
a conocer sus pensamientos al mundo.
SADROWIN GHUNAVI Y SUS DISCīPULOS
Hemos dicho que el recelo de Ibn Arabi para formar
cīrculos de estudio y sus esfuerzo para enseñar de
forma esporādica se basaban en experiencias que
abundaban en los territorios islāmicos y que han
dejado algunos testimonios. La clarividencia de Ibn
Arabi y las dotes innatas de Sadroddin Ghunavi,
fallecido en 1272, mās la situación familiar de éste,
su riqueza, su prestigio y su juventud, asī como el
hecho de que su madre contrajera matrimonio con Ibn
Arabi al fallecer su marido, hacen de Ghunavi un
discīpulo y un maestro ūnico.
En las investigaciones preliminares no aparecen otros
discīpulos como Ghunavi. Un discīpulo que pudo
sustituir a su maestro y que le acompaño de ciudad en
ciudad hasta establecerse en Damasco. Ghunavi ha sido
maestro de muchos persas con los que compartīa el
mismo idioma. Asī dio continuidad a la escuela de Ibn
Arabi. Salvo el tunecino Afifoddin Telmesani, el resto
de sus discīpulos eran iranīes. Éstos eran:
Todos los que han sido nombrados son figuras célebres
del siglo XIV.
Ibn Arabi, Ghunavi y sus discīpulos, asī como muchos
sabios de aquel entonces visitaban muy a menudo Konya,
residīan en esta ciudad e impartīan clases. Konya era
un lugar tranquilo antes de la invasión mongol.
Después del ataque de los mongoles, el citado grupo
trasladó su residencia a Damasco, alejado por aquel
entonces del movimiento de tropas. Damasco disfrutaba
de una relativa tranquilidad después de las Cruzadas.
Su proximidad a Jerusalén y a La Meca era una ventaja
adicional que hacīa de esta ciudad un lugar elegido
por pensadores y literatos. Por ello, Ibn Arabi y
algunos de sus discīpulos fueron enterrados en esta
ciudad a los pies del monte Ghasion, lo que nos hace
ver, por otra parte, que no tuvieron oportunidad de
regresar a sus lugares de nacimiento. Aūn asī, sus
obras se difundieron muy pronto en todas direcciones.
Cada uno de estos discīpulos ha escrito una
interpretación sobre la obra mās célebre de Ibn Arabi,
Fosus Al Hekam. Desafortunadamente, esta obra no ha
sido traducida al español por la dificultad que
entraña, segūn palabras de Masignon.
Los diferentes textos, en ārabe y en persa, mas los
tratados anónimos sobre la misma obra, ascienden a mās
de 300 interpretaciones de los trabajos sobre Fosus
Al-Hekam. La mayor parte de las interpretaciones son
obra de autores iranīes. Naturalmente, cada uno de los
discīpulos de Ghunavi ha tenido sus propios discīpulos
que han contribuido a la difusión de la obra de Ibn
Arabi a lo ancho y a lo largo de Irān. Pero aquī no
vamos a revisar sus vidas.
Entre los citados, Molla Abdul Razagh Kashani
(falleció en 1329) ocupa un lugar especial. Su
interpretación de El Corān se atribuīa, hasta hace
poco, a Ibn Arabi. Kashani ha hecho también una
interpretación sólida y elocuente del Fosus Al Hekam.
Interpretación utilizada durante algūn tiempo como
libro de texto. Dos de sus discīpulos son:
1.Muharrimad Ibn Davoud Gheisari Rumi, falleció en
1349. En el preāmbulo de su interpretación del Fusus
expresa su reconocimiento a su maestro Molla Abdul
Razagh. Mās adelante trataré este preāmbulo que se ha
hecho célebre en los seminarios de teologīa en Irān.
2.Sharris Aldin Tabrizi. Si pos Sharris, entendemos
que estamos hablando de Muharrimad Ibn Ali Ibn Malek,
1186-1247, naturalmente no tendrīa nada que ver con
Kashani. Este Sharris, serīa el guīa de Maulana, y al
parecer nada vinculado con la escuela de Ibn Arabi.
Segūn ciertas versiones este Sharris se dirigió en
Damasco a Ouhadeddin Kermani, uno de los grandes
seguidores de Ibn Arabi, exigiéndole que abandonara
sus prācticas y actuara en el zoco de la ciudad en
contra de sus creencias. Pero Ouhadeddin no aceptó. Y
si es otro Sharris, podrīa ser Sharris Aldin Eiki,
discīpulo de Ghunavi, cuya biografīa no he podido
encontrar por falta de tiempo.
De todas formas, Jalaloddin Muharrimad Balkhi Rumi,
1207-1273, era uno de los contemporāneos de Sadroddin
Ghunavi y da la casualidad que habīa vivido en Konya,
habīa estudiado en Damasco y tenīa contactos con
Ghunavi. Pero la influencia de Shams Aldin Tabrizi
sobre él, después de su primer encuentro en Konya en
1244, era otra cosa. Oficialmente ningūn historiador
ha confirmado que Sharris fuera discīpulo de Ghunavi.
Tampoco se observan a simple vista las huellas de la
Escuela de Ibn Arabi en Masnavi, célebre obra de
Sharris. Aunque para nosotros no estā clara la
relación entre Sharris y la Escuela de Ibn Arabi,
algunos estudiosos iranīes sostienen que la relación
de Maulana con esta escuela es, simplemente, por el
preāmbulo del ,,Fusus(per thousand) de Molla Abdul Razagh Kashani.
FUENTES QUE NO SE OLVIDAN
Tal vez este artīculo de la sensación de que las
fuentes del pensamiento de Ibn Arabi y sus
contemporāneos han sido relegadas. Para aclararlo
vamos a repasar, esquemāticamente, estas fuentes:
1.La doctrina Pelhavi estaba difundida en la región.
2.El pensamiento hindū, cuya māxima manifestación
es
el Budismo, habīa dejado algunas huellas (consultar la
historia de Buzasef en los textos islāmicos...)
3.La filosofīa griega ha estado presente mediante el
movimiento de la traducción y, posteriormente, en los
textos de Ekhwan Al Safa.
4.El Corān tiene un lugar ūnico como la fuente mās
importante de los pensamientos mīsticos y creador de
la nueva civilización islāmica.
5.Se ha extendido por todas las tierras islāmicas
textos repletos de misticismo figurativo e invocativo
de los imanes chiītas, es decir, los miembros de la
familia del Profeta que propagaban directamente sus
enseñanzas.
6.Escuela kalamīes de los motazale y eshaere, asī
como escuelas filosóficas como la de masha y la de
eshragh, junto con prācticas sufīes, alimentaban el
intelecto de los sabios.
7.Las experiencias religiosas y las enseñanzas de
Zaratustra, del Judaīsmo y del Cristianismo, cuyas
formas mās puras han sido aceptadas por el Corān,
estaban al alcance de los pensadores de aquel
entonces.
La relativa autonomīa de las comunidades cientīficas,
a veces libres del fanatismo, tenīa la ventaja de que
cada uno podīa inclinarse hacia la tendencia que mās
le apeteciera.
LA ESCUELA DE IBN ARABI EN CINCO GENERACIONES
He tratado de dibujar en las pāginas previas la
relación entre la evolución polītica y los pensadores,
establecer vīnculos entre los cambios de una región
con otra, nombrar a los pensadores célebres
contemporāneos y enumerar la relación de las fuentes
del pensamiento de aquel entonces. Ahora, con una
visión mās clara, podrīamos imaginar la caīda
de los
mongoles y la llegada al poder de los Timūridas en la
Transoxiana y sus ataques a Irān, Irak, Siria e
incluso āfrica, asī podrīamos preparar el terreno para
próximos estudios que no voy a detallar aquī y que
demostrarīan cómo los pensadores y los poetas
intercambian ideas en lugares alejados de
enfrentamientos polīticos graves.
En esta época surgen los Kobravieh, los Nurbakhshia y
los Nematollahi. Sheik Eshagh Khallani, de credo sunī,
y sus compañeros pierden la vida en el enfrentamiento
con Tameriān. Shah Nernatollah Vali (1330-1430) es
desterrado a Transoxiana. Cinco miembros de la
dinastīa Safavi, fundadores de la monarquīa chiīta en
Irān, pierden la vida en las guerras del 1334 a 1492.
En la misma época, Saerioddin Alī Ibn Torke, una de
las figuras de la escuela Masha y Erfan de Irān fue
desterrado de Isfahān y tuvo que soportar el frīo
invierno de Harat junto con su familia. Sus cartas a
los dirigentes merecen ser leīdas.
Khaje Sharris Aldin Muharrimad, Hafiz, fallecido en el
siglo XIV, compone sus odas en esa época. Se
desconocen datos sobre su vida, incluso la fecha
exacta de su nacimiento o de su muerte. No se sabe
cómo le llego el pensamiento de Ibn Arabī, ni quien
fue su maestro. No soy un literato para comparar a
Hafiz con sus antecesores como Saadi, que componīa con
amor, Meviavi que es todo misticismo, Attar con su
historia de los pājaros y Sanaei con su gran poesīa.
Pero si creo que después de la influencia de
Makinoddin Isfahani sobre Ibn Arabi y la aproximación
de éste a la poesīa, poco līrica, de Abu Saeed
Abolkhair, es Hafiz quien recoge la belleza y la
delicadeza femenina en su poesīa, disfrazada de
profundos conceptos mīsticos. Pero no hubo reproches
para Hafiz. Con sus excesos graciosos con el sheik y
el guardiān les convirtió en sus seguidores. Su poesīa
es parte de la vida de la gente en Irān y en Asia
Central. Todos le quieren pero nunca dicen que se ha
dejado influenciar por Ibn Arabi. Sólo son los
lectores de Ibn Arabi quienes de vez en cuando
comparan la poesīa de Hafiz por su contenido con los
escritos de Ibn Arabi y de su contemporāneo egipcio,
Ibn Farez Mesri, 1181-1235, aunque por su estilo es
mās acorde con Tarjoman Al Ashwagh. Para los que
hablamos persa, Hafiz por encima de todo es un erudito
versado en el Corān que lo interpreta en su divān.
El profesor Henry Corbin ha vivido durante algūn
tiempo en Irān, enriqueciendo las investigaciones
cientīficas y filosóficas en colaboración con sus
discīpulos persas y egipcios. Es una buena referencia
para el estudio de los acontecimientos de aquellos
dīas. Sugiero la lectura de sus libros, asī como la
obra del Dr. Seyed Hussain Nasr, ambos traducidos al
castellano, para el lector español. Henry Corbin es un
hombre al que la sociedad iranī debe mucho. Dio a
conocer a los iranīes y al mundo entero a una de las
grandes figuras del misticismo chiīta y seguidor de la
escuela Ibn Arabi. Me refiero a Seyed Heidar Amoli
Vazir, erudito en la corte de los gobernantes de
Mazandarān que falleció en 1391. Después de renunciar
a su cargo de ministro en la corte emprendió viaje con
destino a La Meca y Medina, pasando por Rey, Isfahān,
y Shushtar. Residió durante muchos años al lado del
santuario del primer imān de los chiītas, Ali Ibn
Abitalib. Finalmente, regresó a Amol, donde estā
enterrado. Ha dejado muchos libros, siendo uno de
ellos ,,Nas Al Nosus(per thousand),. Es el primer autor que al
margen de interpretar al ,,Fusus(per thousand) ha criticado
rigurosamente a Ibn Arabi.
Desde el establecimiento de los Safavi hasta unos cien
años mās tarde, es decir hasta los principios del
siglo XVII, hubo una relativa seguridad para los
pensadores iranīes de las diferentes escuelas. Pero en
los años finales del citado siglo las presiones van en
aumento hasta convertirse en un método habitual. Es,
en esta época, cuando se desata el enfrentamiento
entre los filósofos seguidores de las escuelas de Ibn
Arabi y de Sohrevardi sobre el principio de la
existencia y el principio de la esencia. Otro tanto
ocurre con las escuelas de Shiraz e Isfahan. Tras
estos enfrentamientos cientīficos, llega la huida, el
destierro y el castigo de los filósofos. Desde aquella
época vamos a resumir la biografīa de dos de ellos.
Pero antes, quisiera indicar que segūn ciertos
estudios el factor principal de estas tensiones poco
tenīa que ver con el fanatismo religioso (aunque hay
testimonios escritos que demuestran lo contrario) sino
que la situación se debīa a la confusión creada por
las rivalidades polīticas. Los Safavi sabīan muy bien
que habīan alcanzado el poder en Irān gracias a su
inclinación por el misticismo. Pensaban que la
aparición de nuevas figuras con un pensamiento
superior pondrīa en peligro su poder. Por lo tanto,
movilizaron a los alfaquīes y a los cortesanos y asī
fundaron la oposición a la filosofīa y al misticismo.
Lo mismo que habīa ocurrido con anterioridad en el
Imperio Otomano, en Egipto y en muchos otros lugares.
Retornando el punto anterior, vamos a resumir la
biografīa de los dos filósofos anteriormente citados:
El primero, Muharrimad Ibn Ibrahim, mās conocido como
Sadroddin Shirazi Molla Sadra o Sadra o
Sadrolmotal-lahin, fallecido en 1640, es el primer
filósofo que desarrolla la filosofīa ,,taalah(per thousand)
con
estilo propio, basāndose en los filósofos de ,,masha(per thousand),
,,ishragh(per thousand) y ,,erfan(per thousand), especialmente Ibn Arabi.
Fue
desterrado a ,,Xahak(per thousand), una aldea cerca de Qom, donde
escribió su célebre obra ,,Asfar al Arbaa(per thousand) en
9 tomos.
El segundo, Abul Ghassem Mirfendereski, 1580-1628,
vivió en la época de Sha Abbas. Huyó a la India. En
su
huida vivió en varias ciudades, en las cuales difundīa
sus ideas. Una vez era reconocido en un lugar, se veīa
obligado a huir a otro. En esta huidas le acompañaba
su discīpulo, Saeed Sarmad Kashami, que también habīa
asistido a las clases de Molla Sadra y que finalmente
cayó mārtir en La India. En colaboración con el
prīncipe Darashku contribuyó a la difusión de esta
doctrina. La traducción de los principales textos del
hinduismo al persa y de este idioma a otras lenguas
europea fue bajo la influencia de esta doctrina, pero
su estudio exige otros artīculos. Sólo añadiré
que en
La India se tipografiaron decenas de libros sobre las
opiniones de Molla Sadra. Hay un breve resumen sobre
los resultados de la difusión de estas ideas en ,,La
historia de la filosofīa en el Islam(per thousand), obra de M. M.
Sharif. La continuidad del proceso mīstico teórico y
prāctico y el sufismo en Asia Central es otro de los
temas de interés. Hay un estudio interesantes del
K.G.B. sobre este tema, publicado en Irān y en Europa.
IBN ARABI EN EL IRāN ACTUAL
En las pāginas anteriores hemos explicado el ambiente
reinante. Hemos presentado algunos datos sobre
maestros iranīes y estudiado, brevemente, el
desarrollo del pensamiento de Ibn Arabi entre los
persas. También hemos repasado las grandes figuras de
esta escuela en el reinado de los Safavi. Ahora vamos
a dedicarnos, muy someramente, a los dos ūltimos
siglos de la historia. Dos siglos en los cuales las
enseñanzas filosóficas y mīsticas se han mantenido con
fuerza, tanto ostensible como solapadamente. Pero por
carecer del suficiente apoyo gubernamental su fuerza a
nivel mundial iba debilitāndose hasta que a finales de
la era de los Pahiavi, es decir, antes de la
revolución, los occidentales emprendieron la būsqueda
en los seminarios de Irān. Aunque durante unos
cincuenta años no se enseñaba pūblicamente la mīstica
teórica, en los seminarios de Irān se impartīan clases
en cīrculos restringidos. El Imān Jomeini dirigió la
revolución desde esta misma escuela y con unos
antecedentes académicos mucho mās amplios que los
polīticos. Él era el primer lector de la filosofīa y
la mīstica teórica en el recién constituido seminario
de Qom. Es autor de dos libros sobre la interpretación
y la crītica de ,,Fosus(per thousand) de Ibn Arabi y Sadroddin
Ghunavi, asī como de varios tratados sobre la mīstica
teórica. Hubo mucha oposición contra el Imān Jomeini.
Posteriormente dejó en manos de Alame Muharrimad
Hussain Tabatabaei la educación de sus discīpulos.
Este no enseñaba el ,,fosus(per thousand) pero sī daba clase
sobre
el ,,asfar(per thousand) de Molla Sadra (Alame Tabatabaei y sus
discīpulos, sobre todo Mutahari, han sido
continuadores de la pura tradición filosófica de Molla
Sadra). Los seminarios de Teherān e Isfahān se
dedicaban menos a Ibn Arabi, aunque hasta hace cuatro
décadas habla importante representantes de esta
corriente. Qom, como centro teológico, tenīa mās éxito
educando a los seminaristas.
Cabe recordar que el estudio de la literatura, la
ética y la filosofīa de ,,eshragh(per thousand) y ,,masha(per
thousand) es
condición sine qua non para asistir a las clases de la
mīstica teórica. El paso siguiente es estudia ,,tamhid
al ghawaed(per thousand) de Saerioddin Torke Isfahani como primer
libro de texto, seguido del comentario al ,,fosus(per thousand) de
Gheisarī. Este comentario de doce capītulos tienen una
importancia especial como exponente de los principios
de la mīstica teórica y del pensamiento de Ibn Arabi.
Sugiero a los eruditos españoles la traducción de este
prestigioso texto. Una vez estudiados los mencionados
capītulos, los alumnos continūan su instrucción con
el
,,miftah al uns(per thousand) de Fanay como comentario a uno de los
libros de Sadroddin Ghunavi. La lectura de los libros
dedicados a la mīstica teórica lleva cuatro años
lectivos, siendo una de las asignaturas mās duras.
Desafortunadamente, personas que no han estudiado
estos textos como disciplina académica caen en juicios
de valor equivocados sobre el contenido de los mismos.
Por primera vea, después de la victoria de la
revolución, dos destacados maestros empezaron a
enseñar, por mandato del Imān Jomeini, esta disciplina
de forma oficial. Uno de ellos, Ayatollah Abdullah
Javadi, fue portador del mensaje que le Imān Jomeini
dirigió al entonces presidente de la URSS, Mijael
Gorbachov, invitāndole a estudiar a Sohrevardi, Ibn
Arabi y Molla Sadra. El otro es Hassanzadeh Amolī.
Entre los dos han tenido unos setenta discīpulos en el
seminario de Qom. En el seminario de Mashad ha habido
mās oposición que en otros lugares. Sin embargo, el
maestro Seyed Jalaloddin Ashtiani, colaborador del
profesor Henry Corbin, sigue enseñando la doctrina de
Ibn Arabi. Cada uno ha dejado sus comentarios sobre
este tema. En la actualidad hay un debate pūblico,
apoyado por las instituciones oficiales, en los
seminarios y en las universidades. Las perspectivas
del pensamiento filosófico en Irān son muy
prometedores en el marco de los cambios del mundo
contemporāneo. En una ocasión, el Ministro de Cultura
de uno de los paīses me preguntó sobre el estado de la
revolución islāmica. Le conteste: la revolución trata
de encontrar el equilibro dorado entre la
espiritualidad y la tecnologīa. Es evidente que en
este empeño nos encontrados con algunos problemas.
Uno de estos problemas es la dificultad de mantener el
diālogo entre culturas y civilizaciones en una época
en la que algunos no piensan mās que en el choque de
las civilizaciones. Afortunadamente, un hombre
instruido en los seminarios, el Presidente Jatami, ha
difundido el mensaje del diālogo ente las
civilizaciones. La escuela de Ibn Arabi contempla con
una bella visión al Creador del Universo, al hombre y
al mundo que le rodea. Es tolerante con las
religiones, los credos, las civilizaciones y las
culturas, siempre que los derechos propios y ajenos no
sean violados. Celebramos su pertenencia a este
tierra, donde el Islam y España han contribuido
mutuamente a la exaltación del pensamiento humano.
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